segunda-feira, 23 de julho de 2012

Punta del Este - UY Jul. 2012


Em Montevidéu alugamos um carro para conhecer Punta del Este. Saímos cedo, fomos e voltamos no mesmo dia, não houve hospedagem mas mesmo assim valeu muito a pena. Estrada boa e de quebra passamos por Punta Balleña e Fazenda Lapataia.

ONDE COMER


Nas pesquisas pela internet, descobri que o restaurante Virazon oferece uma opção de massa sem glúten. Há ainda o El Palenque, que me garantiu não haver problemas com as carnes na grelha e batatas. (A tirar pelo El Palenque de Montevidéu, realmente não tivemos problemas). Na pior das hipóteses há Mc Donalds na cidade. E lá segundo informações recebidas pela ACELU, as batatas, carnes e tudo o que não fosse pães, biscoitos e casquinhas eram aptos para celíacos.

Como já sabíamos dos preços altos praticados em Punta del Este e já que a Isa não é muito fã de massas, nossa melhor opção foi levar lanchinhos comprados na Gluteno para a Isa e comermos no La Pasiva (Lá não tem opção sem glúten apesar dos uruguaios considerarem aptos o Chivito al plato. Eu não confio!). 

ONDE COMPRAR

Não fizemos compras em mercados mas, caso precisássemos, era só consultar a mesma lista de produtos aptos oferecida pela ACELU (no post de Montevidéu!).

PASSEIOS

Ao chegar em Punta, uma paradinha para fotos no Conrad e depois seguimos para o
Porto.


O porto de Punta del Este, além de uma vista muito bonita, é bem interessante para quem está com criança. Parar ali, ver as gaivotas e alimentar  os lobos marinhos. Isa adorou! E nós também!


Seguimos para o Monumento aos Ahogados (Los Dedos), tiramos várias fotos (a concorrência para conseguir tirar uma boa foto com os 5 dedos é grande! rs Nossa melhor foto teve 4 dedos apenas! rs) 




Depois, como se não estivesse frio, um sorvete "sin gluten" na Freddo.





Após o almoço seguimos para a Fazenda Lapataia,que também é um programa legal para quem viaja com crianças pequenas.



A entrada é gratuita. Pudemos observar a produção do doce de leite (uma delícia também e sem glúten!), andar pela fazenda, brincar nos parquinhos, dar mamadeira aos bezerros,  acompanhar a ordenha das vacas (para essas últimas é necessário ligar confirmando o horário das atividades). Quem quiser passear de ponei, cavalo, charrete e quadriciclo, paga uma taxa específica para a atividade. Ficamos umas duas horinhas e nos divertimos bastante.


Pelas 16:30h seguimos para Casapueblo, a casa do sol, museu, hotel e residência de Carlos Páez Vilaró. Apesar de haver uma espécie de café, lá não serve nada sem glúten.




A Casapueblo é uma homenagem de Vilaró ao sol e a mulher.




Visitamos o museu e esperamos o Por do Sol... Tudo tão lindo que não dá vontade de parar de tirar fotos.

O por do sol, ao som do poema de Vilaró, "Cerimônia del Sol", recitado por ele, é um espetáculo a parte... um momento para auto reflexão, agradecimento, admiração e contentamento pela vida, por cada dia e pela riqueza "en soles, que guardamos en la alcancía del horizonte". 





Tanta beleza encerrou com chave de ouro esse passeio delicioso à Punta del Este.



CEREMONIA DEL SOL
Carlos Páez Vilaró

Hola Sol …!
Otra vez sin anunciarte llegas a visitarnos.
Otra vez en tu larga caminata desde el comienzo de la vida.Hola Sol…!
Con tu panza cargada de oro hirviendo para repartirlo generoso por villas y caseríos, capillas campesinas, valles, bosques, ríos o pueblitos olvidados.
Hola Sol…!
Nadie ignora que perteneces a todos, pero que prefieres dar tu calor a los más necesitados, los que precisan de tu luz para iluminar sus casitas de chapa, los que reciben de tí la energía para afrontar el trabajo, los que piden a Dios que nunca les faltes, para enriquecer sus plantíos, y lograr sus cosechas. Es que vos, Sol, sos el pan dorado de la mesa de los pobres.
Desde mis terrazas te veo llegar cada tarde como un aro de fuego rodando a través de los años, puntual, infaltable, animando mi filosofía desde el día que soñé con levantar Casapueblo y puse entre las rocas mi primer ladrillo.
Recuerdo que era un día inflamado de tormenta, el mar había sustituido el azul por un color grisáceo empavonado, en el horizonte un velero escorado afinaba el rumbo para saltear la tempestad, el cielo se llenaba de graznidos de cuervos en huida, la sierra se peinaba con la ventolera alborotando a la comadreja y al conejo.Pero de golpe como un anuncio sobrenatural el cielo se perforó y apareciste vos. Eras un sol nítido y redondo, perfecto y delineado, puesto sobre el escenario de mi iniciación con la fuerza sagrada de un vitreaux de iglesia. Desde ese instante sentí que Dios habitaba en ti, que en tu fragua derretía la fe y que por medio de tus rayos la transmitía por todos los sitios donde transitabas.
Los mismos brazos de oro que al desperezarte iluminan el cielo, al estirarse a los costados entibian las sierras, o apuntando hacia abajo laminan el mar.
Hola Sol…!
Cómo me gustaría haber compartido tu largo trayecto regalando luz, porque a tu paso acariciaste la vida de mil pueblos, compartiste sus alegrías y tristezas, conociste la guerra y la paz, impulsaste la oración y el trabajo, acompañaste la libertad e hiciste menos dura la oscuridad de los presidios.
A tu paso sol, se adormecen los lagartos, despiertan los girasoles y los gallos cacarean. Se relamen los gatos vagabundos, los perros guitarrean, y el topo se encandila al salir de la cueva.
A tu paso sol, hay sudor en la frente del obrero y en los cuerpos de las mujeres cobrizas que alcanzan el cántaro de la favela. Con tus latidos conmueves el mar, das música a la siembra, la usina y el mercado.
A tu paso corrieron en estampida búfalos y antílopes, desperezó el león, se asombró la jirafa, se deslizó la serpiente y voló la mariposa.
A tu paso cantó la calandria, despegó el aguilucho, despertó el murciélago y emigró el albatros.
Hola Sol…!
Gracias por volver a animar mi vida de artista. Porque hiciste menos sola mi soledad. Es que me he acostumbrado a tu compañía y si no te tengo, te busco por donde quiera que estés. Por eso te reencontré en la Polinesia, cuando te coronaron rey de los archipiélagos de nácar y los arrecifes dentellados de coral, o también en Africa, cuando dabas impulso a sus revoluciones libertarias y te reflejabas en el espejo de sus escudos tribales para inyectarles coraje.
Te estoy mirando y veo que no has cambiado, que sos el mismo sol que reverenciaron los aztecas, el mismo de mi peregrinaje pintando por América, el que envolvió la Amazonia misteriosa y secreta, el que me alumbró los caminos al Machupichu sagrado del Perú, el de los valles patagónicos o los territorios del Sioux o del comanche. El mismo sol que me llevó a Borneo, Sumatra, Bali, las islas musicales o los quemantes arenales del Sahara.A diferencia del relámpago que apenas proyecta en la noche latigazos de luz, desde tu reinado planetario, tus destellos continúan activos, permanentes.
Alguna vez la travesura de las nubes oculta tu esplendor, pero cuando ello ocurre, sabemos que estás ahí, jugando a las escondidas.Otras veces, en cambio, te vemos sonreír cuando las golondrinas o las gaviotas te usan de papel para escribir las frases de su vuelo.
Gracias Sol, por invadir la intimidad de mi atardecer y zambullirte en mis aguas.Ahora serás la luz de los peces y su secreto universo submarino. También de los fantasmas que habitan en el vientre de los barcos hundidos en trágicos naufragios.
Gracias Sol…! Por regalarnos esta ceremonia amarilla.
Gracias por dejar mis paredes blancas impregnadas de tu fosforescencia.Entre ventoleras y borrascas, cruzando ciclones y tempestades, lluvias o tornados, pudiste llegar hasta aquí para irte silenciosamente frente a nuestros ojos.Porque tu misión es partir a iluminar otros sitios. Labradores, estibadores, pescadores te esperan en otras regiones donde la noche desaparecerá con tu llegada.Y como respondiendo a un timbre mágico despertarás las ciudades, irás junto a los niños a la escuela, pondrás en vuelo la felicidad de los pájaros, llamarás a misa.A tu llegada, se animará el andamio con sus obreros, cantarán los pregoneros en las ferias, la orilla del río se llenará de lavanderas y entrará la alegría por la banderola de los hospitales.
Chau Sol…! Cuando en un instante te vayas del todo, morirá la tarde. La nostalgia se apoderará de mí y la oscuridad entrará en Casapueblo. La oscuridad, con su apetito insaciable penetrando por debajo de mis puertas, a través de las ventanas o por cuanta rendija encuentre para filtrarse en mi atelier, abriéndole cancha a las mariposas nocturnas.
Chau Sol…! Te quiero mucho…Cuando era niño quería alcanzarte con mi barrilete. Ahora que soy viejo, sólo me resigno a saludarte mientras la tarde bosteza por tu boca de mimbre.
Chau Sol…! Gracias por provocarnos una lágrima, al pensar que iluminaste también la vida de nuestros abuelos, de nuestros padres y la de todos los seres queridos que ya no están junto a nosotros, pero que te siguen disfrutando desde otra altura.
Adiós Sol…! Mañana te espero otra vez. Casapueblo es tu casa, por eso todos la llaman la casa del sol. El sol de mi vida de artista. El sol de mi soledad. Es que me siento millonario en soles, que guardo en la alcancía del horizonte.

veja o vídeo de Gelson M. da Costa que encontrei no youtube.